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Políticas integradas para luchar contra la pobreza y la desigualdad
15 Mar 2011
Katja Hujo, Coordinadora de investigación, ha presentado el informe del Instituto de Investigación de las Naciones Unidas para el Desarrollo Social (UNRISD), Combatir la Pobreza y la Desigualdad, el 28 de febrero 2011 en el marco del seminario internacional “México en los Escenarios Globales: Una Visión Prospectiva”. Organizado bajo los auspicios de la facultad de Humanidades de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el seminario discutió temas como universidades y sociedad del conocimiento; dinámica poblacional, mercados laborales y migraciones; energía: recursos, tecnologías y efectos ambientales; sociedades nacionales: inclusión, multiculturalidad, creación de riqueza y evolución de los equilibrios geopolíticos: hacia un mundo multipolar.
El informe titulado Combatir la pobreza y la desigualdad: Cambio estructural, política social y condiciones políticas, fue presentado durante la sesión de clausura del seminario, contribuyendo un análisis comparativo de la problemática de la pobreza y de la desigualdad en el mundo. La publicación explora las causas, la dinámica y la persistencia de la pobreza, así como lo que funciona y lo que no funciona en el razonamiento y la práctica de las políticas internacionales de lucha contra la pobreza. Estudiando diferentes trayectorias de desarrollo y regimenes de políticas, la investigación ha sido llevada a cabo a base de cuestiones como ¿Por qué ciertos países han tenido más éxito en combatir la pobreza y la desigualdad que otros y cuál camino se propone para limitar la pobreza y la desigualdad particularmente en los países de bajos ingresos?
El informe argumenta que, en general, una caída en la tasa de la pobreza no resulta de políticas que se concentran en los pobres por ejemplo por medio de programas focalizados, sino de políticas que tienden a unos objetivos sociales más amplios como la igualdad, la cohesión social y la justicia social. También demuestra que la pobreza es estrechamente relacionada con las desigualdades basadas en la clase social, género, etnicidad y ubicación, que dificultan la incorporación de los pobres en los procesos de crecimiento. Y finalmente argumenta que no se puede hacer frente a la pobreza y la desigualdad confiando en que los beneficios del crecimiento económico disminuyen automáticamente esas dos problemáticas.
El modelo propuesto por el informe es aplicar políticas sociales universales, orientadas hacia programas que son económicamente sostenibles, socialmente inclusivos, y democráticamente anclados. Para lograr el máximo de impacto, los gobiernos y los actores internacionales implicados en el desarrollo deberían insistir que las instituciones en diferentes campos (económico, político y social) elaboren sus programas dentro de un marco de referencia en que las políticas sociales adquieren un lugar central.
Los cinco mensajes claves del informe todos subrayan la necesidad de políticas activas y coherentes del Estado. En conjunto, se pretende que 1) La reducción de la pobreza requiere crecimiento y cambio estructural que genera empleo productivo; 2) Los altos niveles de desigualdad constituyen un obstáculo para la reducción de la pobreza y deben ser enfretadas explícitamente; 3) Las políticas sociales amplias son esenciales para una reducción exitosa de la pobreza; 4) La reducción de la pobreza requiere una acción efectiva del Estado; y 5) La pobreza se reduce cuando las políticas económicas y sociales, las instituciones y los acuerdos políticos se apoyan mutuamente.
Finalmente, no existe un enfoque único para reducir la pobreza ya que la mayor parte de los países que han logrado un desarrollo sostenible con equidad han tomado medidas heterogéneas, apropiadas para su situación nacional.
En su mensaje de clausura, Rector José Narro Robles subrayó la importancia del informe de UNRISD y en particular la alta relevancia del tema de la desigualdad para América latina, que sigue siendo la región más desigual del mundo. Los dos comentaristas, Lic. Norma Samaniego y Dr. Fernando Cortés, hicieron hincapié en las similitudes entre las críticas y recomendaciones del informe de UNRISD e investigaciones recientes que se llevaron a cabo en la UNAM, el Colegio de México y otras instituciones de investigación en México así como en organizaciones regionales como la CEPAL. Según Cortés, tanto la CEPAL como UNRISD “….concluyen en la necesidad de mayor intervención estatal en la conducción de la economía centrando la atención en la creación de empleos de calidad, sin que esto signifique una vuelta a las políticas del pasado.”